El arte rupestre, a diferencia de otros vestigios culturales del pasado, se encuentra al aire libre, en el mismo lugar en que hace cientos, o quizás miles de años, fue ejecutado. Expuestos a diversas condiciones climáticas como erosión, radiación solar, lluvia o humedad, al crecimiento de líquenes y hongos o al depósito de minerales en la superficie de la roca, muchos sitios están desapareciendo de una manera natural. Sin embargo, el factor que mas daño le ha producido a estas manifestaciones ha sido la intervención humana.
Fragmento de una roca con petroglifos que fue dinamitada.
En la actualidad reposa en la Casa de la Cultura de la población de El Colegio, Colombia.
El Colegio (Cundinamarca, Colombia). Detalle de un petroglifo al que por ignorancia
los habitantes del lugar le aplicaron vinilo blanco en los surcos.
Al visitar muchos sitios rupestres es posible reconocer el rastro de actividades humanas que perjudican su conservación: acumulación de basuras, realización de hogueras bajo las paredes pintadas, excavación del suelo circundante en busca de tesoros inexistentes, el resalte de los motivos y la inscripción de graffitis
Un sitio rupestre es un patrimonio de incalculable valor para la sociedad, es parte de la herencia cultural que nos legaron nuestros antepasados y es un testimonio extraordinario que nos permite reconstruir el pasado y ahondar en el conocimiento de nuestra propia naturaleza humana. A pesar de estar hecho sobre roca, es sumamente frágil y debe ser protegido y tratado con respeto, para nuestro propio disfrute y el de las futuras generaciones. Cuando visitemos un sitio con pinturas o grabados rupestres debemos tener en cuenta algunas recomendaciones:
No tocar / No pisar: El contacto frecuente de las manos y pies sobre los motivos rupestres causa desprendimiento gradual de los pigmentos y de la superficie de la roca.
No remover: El entorno de cualquier sitio rupestre posee importantes evidencias que pueden ayudar a reconstruir la historia del lugar. A ras del suelo o enterrados reposan muchas veces fragmentos cerámicos, óseos o líticos , que parecerían no tener ningún valor, pero que representan una importante fuente de datos para los investigadores del tema.
No limpiar: Si el arte rupestre está cubierto de vegetación, o presenta muestras de graffitis, estos no deben removerse. Tampoco se deben aplicar detergentes, cloro ni cualquier otra sustancia; ni se deben utilizar cepillos o escobas. Esta limpieza debe realizarse solamente por personal especializado.
No hacer graffitis: Rayar las rocas o resaltar los dibujos rupestres es un acto vandálico que produce un daño irreparable. Esto perjudica la visibilidad de arte rupestre y evita la posibilidad de realizar estudios especializados.
No hacer copias: El hacer calcos o copias (frottages) sobre papel o telas, es una técnica que los investigadores han desarrollado como herramienta para su estudio. Estas copias son un documento de investigación y no deben utilizarse como objeto de mercancía ni como su venir o recuerdo de la visita al sitio. Si se quiere tener una memoria del lugar, lo mejor es realizar dibujos, vídeos o tomar fotografías.
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